Testamento Vital y/o Voluntades Anticipadas
¿Qué es el Testamento Vital?
El Testamento Vital o también llamado Voluntades Anticipadas, es una fórmula jurídica que permite a una persona dejar constancia y trasladar instrucciones (aceptar o rechazar) sobre tratamientos médicos y terapéuticos, en caso de enfermedad y no pueda expresarse por sí misma y aspire a tener una muerte digna.
Por lo que no quiere prolongar su vida de forma artificial ya sea por una enfermedad irreversible, que no haya una curación, una vida vegetativa, y que muy probablemente le va a provocar el fallecimiento, ya que no hay esperanza de vida.
A través del Testamento Vital, también se puede designar un interlocutor con el médico o equipo sanitario que velará por el cumplimiento de las instrucciones que se establezcan en dicho Testamento ya que nuestro estado físico o mental imposibilita manifestar nuestra voluntad.
En este tipo de testamento, también puede indicarse la voluntad de ser incinerado o enterrado, entre otros.
A través de este documento legal, se toma la decisión sobre la donación de los órganos y el destino del propio cuerpo una vez se ha producido el fallecimiento.
¿Dónde debo inscribir mi Testamento Vital?
Este documento, queda recogido en el historial clínico de la Sanidad Pública de tu Comunidad Autónoma, y facilita que los médicos puedan conocer y cumplir las voluntades del paciente.
En caso de no existir un Testamento Vital o Voluntades Anticipadas, hay que tener en cuenta que los familiares son los que intervendrán y decidirán.
¿Quiénes pueden otorgar un Testamento Vital?
Este documento puede hacerlo una persona mayor de edad y que esté en plenas facultades mentales.
Se puede revocar o modificar su contenido en cualquier momento, para ello, hay que volver a otorgar un nuevo documento, y el anterior quedará sin efecto.
Menos del 1% de la población española ha realizado un Testamento Vital. Siendo un documento importante para asegurar que, en caso de incapacidad, en un futuro se cumplirán las voluntades reflejadas respecto a los tratamientos médicos, y de este modo liberar a los familiares de la responsabilidad sobre estas decisiones.